Alumnos del IES mediterráneo envían a los mayores de una residencia decenas de cartas. 

Tras diez años de voluntariado, alumnos y profesores de nuestro grupo “Mayores y Cía” no han podido seguir realizando su función de acercarse los viernes por la tarde a la residencia de ancianos “Virgen del Mar”, de Mensajeros de la Paz, situada en el barrio donde se encuentra nuestro instituto, debido a la pandemia. 

No obstante, nos mantenemos en contacto con sus responsables, y afortunadamente, de momento, el virus no ha llegado hasta allí. Nos intercambiamos recuerdos, saludos y abrazos virtuales con frecuencia. Durante el confinamiento, hicimos un vídeo con mensajes de apoyo y de  mucho afecto hacia ellos. Alumnos y profesoras del grupo llegamos hasta cada uno de ellos por medio de unas tablets, y así las trabajadoras les hicieron llegar nuestras imágenes y nuestras palabras. 

Ahora que se acercan estos días tan sensibles, nos hemos sumado a la entrañable campaña propuesta en redes sociales “Una carta, un abuelo” / “Adopta un abuelo”… “Los mayores son el colectivo más perjudicado por la pandemia de la COVID 19, y también será uno de los más afectados durante las Navidades….Muchos de ellos pasarán las fiestas solos…por ello y con el fin de que reciban amor y cariño en estos días…intentaremos que cualquiera que lo desee envíe una felicitación a los ancianos de las residencias… ” 

Así es. Sabemos que estos mayores se sienten solos y a ratos muy tristes. No pueden apenas recibir visitas de familiares desde hace meses, y nuestro grupo no ha podido acercarse hasta allí, con lo que a ellos les gusta ver a nuestros chicos, jugar juntos al bingo y compartir talleres. Y es que nuestros alumnos son tan respetuosos y cariñosos con ellos como si se tratara de sus propios abuelos…

En estos días de Navidad, difíciles para tantos pero mucho más para ellos, hemos querido hacerles llegar un poquito de aliento, un poquito de calor, con estas cartas llenas de cariño, comprensión y ánimo. No hubo más que comentarles la idea a nuestros alumnos para que se involucraran sin pensarlo, queriendo ser los primeros en aportar su granito de arena. Y se lo han tomado muy en serio. En dos días han comprado su sobre, su sello y han escrito y decorado sus tarjetas. Había que echarlas al buzón antes del fin de semana, para que lleguen a tiempo. 

La mayoría nunca había escrito una carta, y menos la habían echado a un buzón de correos. Ha sido una nueva experiencia. Una bonita experiencia, y lo saben. Ahora a esperar a que lleguen, y sepamos de su acogida. Con que les saquemos a los abuelos una sonrisa, habrá valido la pena. 

Animamos a toda la gente, alumnos, profesores, familias, a que se unan a esta iniciativa y que no quede ningún abuelo sin su mensaje de cariño navideño en tiempos de pandemia.

                                                              Paloma Pérez-Crespo Gómez

 

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